Después de releer la última entrada del blog no he podido más que esbozar una leve sonrisa. Cuando cogí aquel ''resfriado'' pensaba que sólo iba a ser un mero trámite. Unos pocos días de descanso y listo. JÁ!
Tuve que visitar 4 médicos, hacer dos tratamientos antibióticos, con su consecuencias y efectos secundarios, y 15 días parado, antes de poder solucionar lo que en principio parecía NADA. Antes de dar con el diagnóstico correcto, sinusitis, estuve tratando de encontrar explicación a algo que no respondía ante nada ni nadie. Qué impotencia ver cómo pasan los días y aquello va a peor: oídos tapados, muchísimos mocos, dolor de cabeza insoportable, estornudos cada dos por tres y otros mil y un síntoma de algo... Algo que ya pasó! Por fortuna.
En total fueron 2 semanas y dos días sin hacer absolutamente nada. A lo que hay que sumar otra semana y pico de vuelta a la actividad normal, con entrenos que no llegaron a las 3 horas a ritmo 'tortuga'. En definitiva que me encontraba igual o peor que en noviembre. Estaba hecho polvo y aunque tenia ganas de dar pedales no podía. Sólo con coger la bici y apretar el botón del ascensor el pulso ya me subía por encima de 100 ppm.
Esta ha sido la tónica desde que volví, 5 pinchazos en 7 días
Resulta curioso leer la última frase de la semana que tengo en el tablón: ''Nada está perdido si se tiene el valor de declarar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo'' Pues eso.
Armándome de muchísima paciencia y en buenísima compañía, me puse manos a la obra. Incluso y a pesar de las cifras que arrojaba mi pulsómetro (cifras máximas que nunca había visto) me permití la osadía de correr el campeonato de la Comunidad Valenciana. Parece que pese a los dos años que llevo en esta categoría todavía no he aprendido que si estando al 100% de tus posibilidades es dificil hacerlo bien, estando a la mitad y después de una infección tan grave, las opciones se reducen a cero. Iluso de mi creía que podría acabar.
Si a todo lo contado anteriormente le sumamos el factor viento, menos de 30 km en la primera hora, y un terreno duro (en otro momento me hubiese venido bien) pues el resultado es ''el que tenía que ser'': tres horas esperando a que el pelotón apareciese por las calles de Vinarós. Eso sí de tertulia con los compis, tenía que aprovechar el viaje de 3 horas que había hecho (si no es por esto último, casi, casi en vano)
Sólo acabaron 18. Empiezo a pensar que no sería malo hacer dos categorías, como dice un gran amigo. Con los que estábamos allí en meta hubiésemos podido disputar otra prueba. Ahí lo dejo.
De locos! Verdad, Luis!? :D
A partir de ahora espero actualizar más a menudo. Comprended que es dificil sacar la motivación necesaria para hacerlo, cuando las cosas no van bien. Poco a poco esto irá volviendo a la normalidad.
Saludos!