jueves, 12 de noviembre de 2009

Fluir en el deporte

Desde siempre he tenido que buscar vías alternativas (legales) al entrenamiento, que, en sinergia pudiesen darme ese ‘extra’ del que la naturaleza me ha privado, está claro que súper-clases hay pocos, y yo no me incluyo. En este aspecto, para mí, la psicología es un aspecto fundamental si se quiere rendir al 100%.

Por eso siempre que he tenido la oportunidad he leído todo lo que ha caído en mis manos acerca de este tema; la última lectura fue ‘Fluir en el deporte’, recomendación de una buena amiga, psicóloga del deporte (María Zubia del Barrio).

En esta entrada del blog me centraré en explicaros la primera de las premisas que da el libro para alcanzar la experiencia óptima, la fluencia (a grosso modo, la total involucración en el ejercicio practicado). Se trata del equilibrio dh (desafío-habilidad).

Practicar deporte significa irremediablemente plantearse metas (desafíos), tales como ganar una competición, perder peso, o disfrutar de un domingo, por citar algunas de las motivaciones que nos mueven a levantarnos del sofá, y salir a andar, correr, pedalear, etc. Está demás explicar, que para conseguir estos objetivos, o simplemente para intentar batir las metas, debemos poseer unas habilidades: quien quiera ganar una carrera deberá ser fuerte, practicar sus puntos débiles; quien quiera perder peso, deberá tener una voluntad de hierro, unas mínimas habilidades para moverse. Son sólo unos ejemplos.

Y será el equilibrio entre estas dos variables, las que nos posibiliten desde un primer momento para llevar a cabo la actividad, y cumplir con el objetivo. Si no encontramos el equilibrio, muy posiblemente caeremos en la apatía, el aburrimiento, o en la ansiedad. Un desafío no acorde a nuestras habilidades, nos hará entrar en una espiral de pesimismo; nos veremos superados por la mera marcada, y nos acercaremos con peligro a la ansiedad, a la sensación de impotencia por no logar lo deseado. Del mismo modo un desafío muy bajo, hará que caigamos en la apatía o aburrimiento, puesto que nos parecerá tan sumamente sencillo, que no nos involucraremos lo suficiente en la tarea, o no prestaremos la misma atención tal que si de una adecuada meta se tratase.

Para explicarlo mejor, me viene a la mente el caso del partido Alcorcón - Real Madrid. Unos jugadores con unas habilidades desarrolladas y plenas no son capaces de vencer a un equipo, claramente inferior. ¿La causa? La desidia. Un objetivo, desafío, demasiado fácil, hará que nuestro rendimiento se limite al mínimo exigible, y que por tanto, aunque poseamos las habilidades necesarias, no logremos alcanzar la meta. No hay ningún reto para el deportista y nos dejamos ir, ''nos aburrimos''.

Pararos a pensar, ¿qué os cuesta más realizar, un día de fondo, o un día de una hora? ¿Qué día os da más pereza salir a entrenar? Suponiendo que las condiciones son las mismas. Este es otro claro ejemplo de apatía.

En el otro lado, y retomando el anterior ejemplo, el Alcorcón. Este conjunto muy posiblemente se hubiese visto afectado por la ansiedad si hubiese tenido que salir a ganar, si sólo le valiese la victoria. En cambio, muy posiblemente, el equipo salió a disfrutar, a cumplir con su afición, y a no encajar ninguna goleada. Lo que proporcionó a los jugadores un nivel de concentración, actitud, y entrega propio de la fluencia.

Y hasta aquí, el primero de los artículos sobre este libro. Entended que es principalmente un resumen, las ideas con las que me he quedado, y las conclusiones que he extraído. Es la idea básica, que indubitablemente se puede desarrollar mucho más.

Saludos!

1 comentario:

Unknown dijo...

Eres mi escritor favorito, de verdad!! Tengo un montón de ganas de poder hacer un entreno de fooooondo contigo!! tengo la sensacion de que nos pasaria rapidisimo!!
Pablitooªª