Tras el nefasto día que tuve ayer, no en cuanto a entrenamiento, sino debido a una serie de infortunios varios, al acostarme dudaba sí saldría hoy a entrenar o no. Sin embargo, esta mañana al despertarme, lo primero que he pensado ha sido que un día malo siempre viene seguido por varios buenos, y sin darle muchas vueltas a mi desdicha, me he puesto el culote y ... ¡ a pedalear!
Hoy iba de estreno. Hace algunos años compré mis primeras medilast, las de recuperación y las de viaje, y tras probar las perneras (me las dejo Pablo Pitarch) no lo dudé un instante, las tenía que tener. Vienen bien para entrenar, para recuperar, para viajar... Así que casi, casi, he jubilado mis viejos calcetines!
Ahora y después de comer parto dirección Castellón, donde el bueno de Oscar Tena me hospedará en su casa para mañana poder disputar el Gran Premio de Ódena. Qué ganas!
**Paseando bajo el gran León Dormido (Ponoig), he cumplido con unas sensaciones maravillosas, en una típica jornada de activación. Al final 2h 58.5 km 161w.Saludos!
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